lunes, 6 de octubre de 2014

El cine del preso: privación sensorial



Para esta entrada quisiera exponerles un poco de un capitulo de un libro llamado Alucinaciones de Oliver Sacks, el capitulo habla de la privación sensorial, sus experimentos, conclusiones y consecuencias que le genera al paciente a la hora de presentarla. Por tal motivo, hablare de la historia, su aplicación y consecuencias



La privación sensorial se define como un aislamiento del cerebro a los estímulos sensoriales de luz, sonido olfato y tacto a través de un tiempo prolongado. Su historia inicia con los experimentos de la década de los 50, con 14 estudiantes donde se les privó cualquier estimulo sensorial, los pacientes refirieron presentar somnolencia al inicio y posteriormente se comenzaron a presentar las alucinaciones, y éstas persistían aun si los investigadores realizaban actividades simples con los pacientes. Ya en los años 60 se crearon los tanques de privación sensorial donde se ponía a los pacientes a flotar en el tanque para así eliminar cualquier estimulo táctil y sensación propioceptiva de su cuerpo. En estos estudios se observó además de las alucinaciones cuadros de agitación e incluso psicosis. Con el tiempo, se fue perdiendo el interés por investigar en esta practica y fue gracias a Alvaro Pascual-Leone que realizo un nuevo estudio, en donde los pacientes tenían los ojos vendados pero podían moverse libremente, escuchar música y hablar con los demás. No obstante, a pesar de solo presentar privatización visual los pacientes refirieron presentar en su gran mayoría alucinaciones en las primeras horas, y todos posterior a las 72 horas. Fue ya en los años 90, donde se comenzaron a realizar estudios imaginológicos para así identificar las vías nerviosas de una alucinación, y se concluyo que se presentaba un aumento en la excitabilidad de la corteza visual, y era totalmente diferente de la imaginación, ya que cuando al paciente se le solicitaba reconstruir la alucinación presentaba excitabilidad de la corteza prefrontal. Por ultimo, cabe resaltar que la privación sensorial fue utilizada como método de tortura en los centros carcelarios, soldados capturados, terroristas,  para generarles un estado de confusión y sacar beneficio de esto.


En la vida diaria se presentan muchos casos de alucinaciones como lo son los marineros cuando navegan en un mar sin oleaje durante un tiempo,  igualmente viajeros que cruzan un desierto o están en los polos árticos, también se ha presentado en los pilotos que viajan a gran altitud en un cielo oscuro. Es muy común además, en los ancianos por la presencia de sus comorbilidades que lo conllevan a presentar disminución de sus sentidos. Esto nos permite concluir que el realizar una actividad  visual monótona durante un tiempo, nos pone en riesgo de presentar alucinaciones.


En conclusión, podemos ver que a lo largo de la historia se han realizado experimentos acerca de la privación sensorial, que concluyen que el cerebro requiere de un estimulo sensorial para su funcionamiento, además, que la privación visual genera alucinaciones al cabo de las horas. También, que en algunas profesiones de la vida diaria es posible presentar alucinaciones por actividad monótona visual y que en los ancianos se suma como comorbilidad.


Referencias:


  • Sacks Oliver. Alucinaciones. Editorial Anagrama. Barcelona.

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