El
pasado viernes conocí a un paciente el cual presentaba una depresión psicótica,
y hablando con él, me contó su consumo excesivo de marihuana y “crack” desde
los 14 años. Por tal motivo, decidí hacer esta nueva entrada acerca de la
correlación o aumento de presentar depresión por consumir sustancias
psicoactivas o por el contrario que la depresión aumento el riesgo de consumo
de estas.
En
la actualidad, se ha presentado un aumento en las cifras de consumo de
sustancias psicoactivas en la adolescencia, ya sea por fácil acceso, por
presiones sociales o por motivos de curiosidad. Igualmente, la depresión ha
tenido un aumento en los adolescentes, y esto se debe principalmente por
problemas emocionales, familiares, ambientales y sociales. En el componente familiar
se debe a la falta o nula atención de los padres a sus hijos, causadas por
altas jornadas de trabajo que los obliga a estar ausente en sus casas,
igualmente, este factor se une con el emocional ya que genera en ellos soledad
y falta de interés de los padres hacia ellos, por lo que se convierte en un
factor para el uso de sustancias. También, en el ámbito escolar, son muchos los
factores que influyen, ya sea por el fracaso académico, desadaptación en el
colegio o presión de los mismos compañeros usando el poder. A lo anterior, se
añade las condiciones socioeconómicas que vive una gran parte de la población,
ya sea por pobreza, marginación, desigualdad o desplazamiento.
Por
lo anterior, y otros factores, aparece características de un trastorno
depresivo asociado al consumo de sustancias psicoactivas como factor
“tranquilizante” por vivir sensaciones placenteras, alejar sentimientos de
malestar, reducir trastornos emocionales, disminuir el estrés, la ansiedad y
también como coadyuvante para enfrentar presiones del ambiente.
Por
ultimo, quiero explicar el mecanismo de acción de la sustancia psicoactiva que
en el momento consume mi paciente y las consecuencias que puede llegar a
generar en su uso crónico. El crack, que actúa como bloqueador de vehículos monoamina,
es decir, dopamina, serotonina y norepinefrina, generando concentraciones muy
altas de dopamina en las hendiduras presinapticas y postsinapticas. Además, con
el uso crónico hay presencia de déficits cognitivos que se reflejan como
cambios en los mecanismo cortical, subcortical y neuromodulatorio, asimismo,
puede presentar isquemia cerebral, hemorragias cerebrales, atrofia cerebral.
También, se ha evidenciado trastornos psiquiátricos como desinhibición
conductual, déficit de atención,
anhedonia, depresión y agresividad.
En
conclusión, observamos una estrecha relación entre el trastorno depresivo y el
consumo de sustancias psicoactivas, además, se evidencia que cualquiera de las
dos condiciones puede preceder al otro, y por ultimo, se ha visto un aumento en
la presencia de ambas condiciones conjuntas. Añado una tabla estadística de un
estudio de salud mental en Colombia de la aparición de trastornos relacionados
con uso de sustancias.
Referencias:
●
World Health Organization,2004. Neuroscience of psychoactive
use and dependence
● Estudio nacional de salud mental en Colombia,2003.
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