miércoles, 15 de octubre de 2014

El trastorno mental y la prisión


Los trastornos psiquiátricos constituyen un gran problema para la salud pública, ya que son subdiagnosticados y se calcula que la prevalencia de los mismos va en incremento, la OMS estima que en el 2020 el trastorno depresivo liderara la causa de consulta y que 1 de cada 2 personas padecerá una enfermedad neuropsiquiatrica.  Además, hay poblaciones con un mayor riesgo de padecer un trastorno mental que son las personas que están en los centros carcelarios y en estos lugares presentan un conjunto de dificultades que considero importantes mencionar.
Como primero, es importante resaltar que en Colombia la enfermedad mental es un problema de gran importancia para la salud pública, y que en los centros carcelarios se encontró en varios estudios que aproximadamente el 68-80 % presentan algún tipo de trastorno. Igualmente se estimó, que la distribución de prevalencia va en el siguiente orden: trastorno depresivo, trastorno de ansiedad, y en menor proporción trastornos sicóticos y síndrome convulsivo.
Para analizar un poco acerca de la prevalencia de los trastornos mentales en los centro carcelarios, debemos hacerlo desde un aborde integral. Desde la segunda mitad del siglo XX se produjo la transformación de integrar la existencia de la psiquiatría penitenciaria, ya que en el pasado no existía un abordaje preventivo y rehabilitador para estos pacientes, y más aún en pacientes que vivían situaciones como la pobreza y la exclusión social, los cuales presentan un mayor riesgo de tener comportamientos delictivos y terminar en un centro carcelario.
También, se presenta la situación de que el paciente inicia un manejo para su trastorno y posterior al egreso no continuo con el control con el equipo de salud, lo que conlleva a la reincidencia de presentar cuadros delictivos por la agudización de sus síntomas. Asimismo, se puede presentar el caso contrario, que es que ingresa con manejo farmacológico y durante su estadio no presenta ningún control para su respuesta al tratamiento y sintomatología, lo que conlleva al agravamiento de sus síntomas y recaída en sus conductas delictivas. Es importante analizar el impacto social, como se mencionó anteriormente, el regreso a la sociedad y a la familia necesita de un apoyo ya que en el momento de la salida no disponen de ningún apoyo familiar ni respaldo económico, por lo tanto es muy probable que retornen a un mundo marginal y difícil subsistencia, por lo que recaerán a los mismos actos y complicaciones de su trastorno si lo presentan.
En conclusión, la prevalencia del trastorno mental en los centros carcelarios es más alta que la población general, y esto se debe a un mal manejo ya que pueden tener como antecedente y no dar un manejo adecuado o por el contrario se da salida con un diagnostico como estos y no se continua el manejo. Igualmente, no se está aplicando la prevención primaria en los centros carcelarios a pesar de la alta prevalencia que hay en los mismos, lo que conllevan a un aumento de complicaciones para el centro carcelario y el sistema de salud.

Por ultimo quiero anexarles una graficas acerca de un estudio realizado en el centro carcelario de Palmira


Referencias:
  • Benavides Portilla Mercedes, Beitia Cardona Pedro Nel. Enfermedad mental en reclusos de la Penitenciaría Nacional de Palmira: enfoque desde la atención primaria. Ciencia & Salud. 2012; 1(1):51-57

1 comentario:

  1. Andres me pareció muy interesante esta entrada, no sabía que las patologías psiquiátricas tenían tan alta prevalencia en los presos. La verdad es que pensaba que si la persona tenía un diagnostico de este tipo debía pagar su condena en un lugar especial, en un hospital psiquiátrico o algo así...

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